miércoles, 4 de agosto de 2010

OSCURIDAD 5. karazu


Había llegado el momento, todo lo q había pasado antes, la destrucción, el exterminio de toda forma de vida distinta a ellos, todo encaminado a ese momento, guiada por Damián la oscuridad misma acechaba ahora a los sobrevivientes de aquel infierno, disfrazada en los cuerpos de quienes habían asesinado ellos mismos, lista para exterminar este último intento de los humanos por hacer algo en lo q parecía se habían perfeccionado desde hace mucho tiempo, sobrevivir.
Ante la mas mínima señal de presencia humana uno de estos entes dio un grito bestial y se lanzo al ataque, no tardo en ser seguido por muchos más que, al haber contenido tanto tiempo sus impulsos destructivos, ahora mismo veían la oportunidad de desatarlos totalmente pero algo paso el primer demonio en lanzarse al ataque había salido volando en pedazos seguido de una explosión.
Esto no detuvo a los demás entes que, inconscientes de lo q había ocurrido, o quizás sin importarles lo q pudiera ocurrirles siguieron en sus intentos por alcanzar los humanos, sin embargo, en la ausencia de Damián, estos habían llevado a cabo su plan de defenderse de los entes, y antes de entrar a donde se encontraban , él y su ejército se encontraron con demasiadas trampas para detenerlos y destruirlos, ante esto Damián se quedo atrás, fingiéndose alcanzado por uno de estos ataques, mientras que los entes a los que había dirigido salían por fin de la zona donde estaban las trampas y los alcanzaban al fin, la lucha final había comenzado, los demonios atacaron con toda su furia, pero esta vez a diferencia de las anteriores, los humanos pudieron hacerles frente, debilitados en número y en fuerza por las explosiones anteriores, no fueron capaces de tomar por sorpresa a quienes se habían propuesto sobrevivir a costa de lo que fuera, incluso a costa de eliminar su temor inicial, y enfrentar a aquello a lo que tanto temían. Y así lo hicieron, había caídos en ambas partes, los entes golpeaban y destrozaban con furia a cuanta persona alcanzaban, mientras que los humanos usaban sus mejores armas en contra de ellos para inutilizar lo más pronto posible los cuerpos que estos demonios ocupaban, quitándoles así la posibilidad de atacarlos, arrebatándole de momento a Damián su objetivo de ser la única forma de “vida” que habitara el mundo.

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