sábado, 19 de diciembre de 2009

Numerología




Pocas cosas hay en este mundo que no puedan ser relacionadas con un número; se podrían contar con los dedos de una mano. Así fue, justamente cómo la humanidad encontró de modo natural y simple un sistema adoptado universalmente: el decimal, originado en el número de dedos de ambas manos. Hasta un niño pequeño cuenta con sus deditos para aprender, más tarde, que un número es la expresión de una cantidad determinada en relación con la unidad.


Unidad. Uno. Infinito. Qué si no el ansia de captar el sentido de infinitud puede haber impulsado al hombre a contar y calcular más allá de su propio entorno y crear las matemáticas y la astronomía.


En realidad, todo parece haber comenzado por necesidad: si las antiguas civilizaciones de Babilonia, Egipto, India y China debían medir sus tierras, establecer horarios para sus actividades y fijar fechas para sembrar y cosechar, entre otras cosas, no podían menos que recurrir al número que Les posibilitara tener noción de la medida y los lapsos transcurridos.


Espacio, tiempo, altura, volumen, peso. Tradición y sabiduría; razón y luz; imaginación de lo que no tiene ni puede tener ni fin ni término; punto de partida.


Aunque se desconoce su origen, los números, inabarcables, están presentes en todos los órdenes de la vida. El filósofo y matemático griego Pitágoras, por ejemplo, consideró al número como principio de todas las cosas en tanto que su compatriota contemporáneo Aristóteles retrataba el universo como una escala musical numérica. Las diferencias entre las personas podrían ser cotejadas por miles, pero hay algo que es común a todos: contar, y hacerlo de diez en diez. No existe religión, idioma, forma de gobierno, ley ni idea filosófica que pueda presumir de tal universalidad.


Los Números hablan, poseen significados ocultos; se vinculan con el alfabeto, el destino. Tienen poder.


Los caldeos, creadores de la Astrología y de cuyo idioma proviene la palabra “magia”, creían en la omnisciencia del número y en su secreto poderío. Pero no sólo ellos. En los antiguos pueblos de la India, Egipto y China, las personas estaban convencidas de sus propiedades cabalísticas de algunos números hasta el punto de que Les atribuían propiedades mágicas.


El tiempo, sin embargo, y las distintas creencias fueron responsables de que ciertos números adquirieran cualidades específicas. Pero todos los números significan algo y de ello se encarga la ciencia oculta de los números, combinación de matemáticas, astronomía y astrología: LA NUMEROLOGÍA, nacida en Babilonia, utilizada por caldeos, indios, chinos, egipcios, griegos y romanos, y también registrada en la Cábala, el misticismo hebreo.


A través de la numerología podemos adentrarnos en nuestro propio yo, conocer las capacidades y talentos potenciales que somos capaces de desarrollar e incluso determinar cuando hacerlo.

0 El cero es el número perfecto, es el universo y el infinito. Un auténtico milagro con simbología propia y diversa.
1 El uno es la unidad, el Ser Supremo.
2 El dos la pareja, la unión, la igualdad.
3 El tres es la tríada: Dios, Hijo y Espíritu. Se unen las tres fuerzas más grandes del universo.
4 El cuatro son lo elementos: agua, tierra, fuego y viento, o los puntos cardinales: norte, este, sur y oeste.
5 El cinco es un número ideal, es el número del pentáculo: un símbolo mágico de luz.
6 El seis es la doble fuerza del tres, muchos le tienen miedo por relacionarlo con el número diabólico, pero todo depende para qué lo vas emplear.
7 El siete son los 7 días de la semana, 7 colores del espectro, siete planetas del Sistema Solar (antiguamente).
8 El ocho es el doble de los cuatro elementos y los puntos cardinales, así que es un número fuerte, pero en su simbología encierra a dos ceros, por lo que también representa el infinito y más allá.
9 El nueve es el más poderoso de los números al triplicar la energía del tres.
13 El trece, con su injusta fama de causa de desgracias.

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